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• Fiscalía de Oaxaca identifica conflicto entre células delictivas como origen de violencia en la Cuenca; operativo “Sable” se mantiene permanente
Oaxaca de Juárez, Oax.- La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) confirmó que el asesinato de la activista Sandra y su esposo Alexander está vinculado a una disputa interna entre células del crimen organizado que operan en la región de la Cuenca del Papaloapan, particularmente tras la muerte del líder criminal Cuauhtémoc “Cuate” Viveros en junio de 2023.
De acuerdo con la investigación, al menos cuatro grupos delincuenciales locales surgieron tras la caída de Viveros, quienes ahora se disputan el control de las actividades ilícitas en la zona, como extorsión, tráfico de armas y homicidios. Alexander, esposo de Sandra, habría estado vinculado a uno de estos grupos, participando en actos de extorsión y tráfico de armamento, según los resultados de labores de inteligencia y análisis técnico de comunicaciones.
La desaparición y posterior asesinato de la pareja habría ocurrido en el contexto de esta disputa de poder al interior de las células delictivas, señalaron las autoridades.
Operativo “Sable” llegó para quedarse
En este contexto, el fiscal general de Oaxaca anunció que el Operativo Sable, implementado inicialmente en el Istmo de Tehuantepec para combatir los altos índices de homicidios y violencia, se mantendrá de forma permanente en la región.
El operativo ha resultado hasta el momento en la captura de 38 objetivos prioritarios en municipios como Juchitán, Salina Cruz y Matías Romero. Las acciones se llevan a cabo en coordinación estrecha con fuerzas federales, como la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina, y agencias de inteligencia.
El fiscal también advirtió que las detenciones no se limitarán a miembros de grupos criminales identificados, sino que cualquier persona generadora de violencia, incluyendo autoridades municipales o figuras políticas, será sujeta a investigación y detención, en caso de comprobarse su participación en actividades ilícitas.
“La instrucción es clara: vamos contra quien altere la paz pública, sin importar su posición o vínculos”, afirmó.
El trabajo conjunto entre las fiscalías de Oaxaca y Veracruz, junto con las corporaciones federales, ha permitido avanzar en el desmantelamiento de redes criminales que operan en la región, aunque las autoridades reconocen que aún hay órdenes de aprehensión pendientes y líneas de investigación abiertas.