Ante el grave daño psicológico que sufren niñas, niños y adolescentes por la pérdida irreparable de alguno o ambos tutores, presenté ante el pleno una iniciativa de ley para que niñas, niños y adolescentes en condiciones de orfandad a consecuencia del delito de homicidio o feminicidio, tengan derecho a convivir o mantener contacto con sus familiares supervivientes de manera regular.
Asimismo, obligar al Estado a establecer políticas de fortalecimiento familiar para evitar la separación de niñas, niños y adolescentes de quienes cuiden de ellas y ellos o de sus familiares sobrevivientes más cercanos.
Con esta iniciativa busco reducir el impacto, que en el presente y en el futuro de nuestras niñas y niños, sufren a consecuencia de este tipo de tragedias, y sensibilizar al Estado de dar seguimiento a este grupo que se vuelve vulnerable en la sociedad.